de los duros golpes que le proporcionó la vida.
Pobre pequeño aquel que sueña con ver las maravillas que sus ojos
no pudieron ver cuando para observar al mundo tenía que ver hacia arriba.
Pobre niño que cuando su recipiente alcanzó otro nivel, su inocente mirada
solo pudo ver al suelo a causa de rendirse cuando el oprobio llegó.
Niño que buscó el calor en un témpano de hielo que al recostar su cabeza en él
solo dolor encontró.
Niño, Dios te llora un cielo cada que ves pasar el tiempo acompañado de tu soledad
que te grita que siempre hay una oportunidad.
Niño despierta y dile al dolor aquel que se adueñó de tu ser que tu momento de
nacer ha llegado...
Que el filo de las palabras que cortaron tus alas, sean olvidadas por el calor de su
cálido vendaje.
Que aquella caricia en tu cabeza que terminó en el abandono, sea cambiada por
el infinito abrazo de aquel que espera tú libertad.
La llave está a tú lado niño, arranca la oscuridad que te dejó caer el viejo aquel
matando tu sueño por el letargo de un pasado dolor.
La religión te desecha, pero Dios te espera.
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